Aprender y adquirir conocimiento es algo fundamental en la vida. A la vez, muchos aspectos en el mundo requieren hoy intervenciones y mejoras significativas. Por eso la educación es tan importante para la sociedad, tanto para aprender como para enseñar, existen diferentes técnicas o metodologías.
Normalmente, esas clases tradicionales en las que el profesor se limita a hablar sobre el contenido de una manera desinteresada no parecen ser la mejor forma de enseñar ni de aprender.
Es por eso que las metodologías activas han ganado relevancia al poner en práctica el aprendizaje teórico. Y es exactamente eso lo que representa la pedagogía del aprendizaje-servicio solidario, siendo un enfoque educativo que promueve el desarrollo de habilidades académicas, sociales y cívicas.
En este texto, Politize! y CLAYSS te ayudarán a entender exactamente qué es el aprendizaje-servicio solidario, cuáles son sus características y cuál es su importancia. ¿Vamos allá?
*CLAYSS es una organización que tiene como objetivo contribuir al crecimiento de una cultura fraterna y participativa en todo el mundo a través de la propuesta pedagógica del aprendizaje-servicio solidario desde una perspectiva latinoamericana.
¿Qué es el aprendizaje-servicio solidario?
El aprendizaje-servicio solidario (AYSS) (Service-Learning, en inglés), es una pedagogía que busca poner el aprendizaje académico al servicio comunitario para mejorar el contexto.
La idea central es que los estudiantes participen activamente, liderando proyectos o actividades que respondan a las necesidades reales de la comunidad, mientras aplican conceptos aprendidos en el aula para resolver problemas prácticos.
Los estudiantes participan en todas las etapas del proyecto, desde la planificación hasta la evaluación, articulando lo que han aprendido y utilizando en ámbitos reales los contenidos curriculares. Con esto, el aprendizaje-servicio solidario logra abarcar aspectos como la reflexión crítica, el desarrollo de competencias ciudadanas, habilidades socioemocionales, trabajo de investigación, entre otros.
Esta metodología propone que los estudiantes se involucren en actividades que exigen compromiso en la acción, con una práctica reflexiva a partir de los contenidos curriculares y las oportunidades de aprendizaje que brinda la realidad. El aprendizaje-servicio solidario no es una simple actividad voluntaria, sino una experiencia educativa con doble intencionalidad, tanto de aprendizaje como de servicio, en la que los estudiantes son alentados a reflexionar sobre su participación, desarrollando una comprensión más profunda y generando aprendizaje a partir de la experiencia.
Los proyectos de aprendizaje-servicio solidario pueden definirse a partir de tres componentes esenciales:
1- Actividades de servicio solidario destinadas a atender en forma acotada y eficaz necesidades reales y sentidas, con una comunidad y no sólo para ella.
2- Protagonizadas activamente por los estudiantes desde el planeamiento a la evaluación,
3- Articuladas intencionadamente con los contenidos de aprendizaje (contenidos curriculares, reflexión, desarrollo de saberes para la ciudadanía y el trabajo, investigación).
Como consecuencia, esta forma de trabajo implica una educación integral que, a través del desarrollo de proyectos socioeducativos, pone los contenidos curriculares al servicio de abordar necesidades de la comunidad, dando una oportunidad para que los jóvenes desarrollen agencia y ejerzan ciudadanía. Con ello, se promueve un entorno de enseñanza más dinámico y activo, que permite desarrollar habilidades más amplias que la simple transmisión de contenido mientras transforman su contexto.
La implementación en Argentina
Diversos países integran esta modalidad en sus sistemas educativos. Aquí en América Latina, junto a muchos otros, Argentina y Uruguay son ejemplos de países que realizan esfuerzos en este sentido. La ciudad de Sao Paulo en Brasil por ejemplo, ha implementado los Trabajos de Autoría Colaborativa (TCA), cuyas temáticas pueden referirse a problemáticas sociales o comunitarias, en particular aquellas observadas en los respectivos territorios donde viven y/o estudian, y resultan en otra manera oficial de promoción del aprendizaje-servicio.
Argentina ha promovido la implementación del aprendizaje-servicio en su sistema educativo cuando el gobierno y las instituciones educativas comenzaron a ver este modelo como una manera de mejorar la calidad educativa, disminuir la deserción, mejorar el clima escolar e incrementar la motivación de estudiantes y docentes integrando el aprendizaje académico con el compromiso social, entre muchos otros beneficios.
Así, la promoción de este enfoque desde la política pública en el país comenzó a expandirse hace más de dos décadas con la promoción de proyectos en escuelas y universidades, capacitación docente, apoyo a instituciones educativas para su implementación, entre otras líneas, entendiendo que el efectivo desarrollo de proyectos ya venía sucediendo
El primer programa sobre este tema en el Ministerio de Educación argentino fue “Escuela y Comunidad”, una primera mención a este tema en la política pública argentina, que luego se fortaleció con la creación del Programa Nacional Educación Solidaria, en 2003.
El Programa fomenta que las escuelas lleven adelante proyectos de impacto social en diversas áreas, desde el cuidado del medio ambiente hasta el apoyo a grupos marginados de la sociedad.
Dicho Programa también incluyó la promoción de la práctica del aprendizaje-servicio solidario en la educación superior, con el desarrollo de programas en universidades. Estos programas permiten que los estudiantes de diferentes carreras apliquen sus conocimientos en proyectos sociales que benefician a la comunidad, como parte de su formación académica.
Con el tiempo, el Programa Nacional Educación Solidaria ha sido desarrollado y mejorado por el Ministerio de Educación hasta el día de hoy. Miles de escuelas en todo el país se han visto impactadas por el programa e implementaron acciones involucrando la metodología de AYSS.
Aspectos del aprendizaje-servicio solidario como política pública
Uno de los componentes de las política educativa mencionada es el Premio Presidencial Escuelas Solidarias. Este premio busca reconocer a las escuelas que mejor integran el aprendizaje curricular de los estudiantes con acciones sociales que benefician a la comunidad.
De esta forma, sirve como un estímulo para que las instituciones educativas implementen el aprendizaje-servicio solidario en sus actividades educativas e impacten así en sus comunidades. Además, el premio ayuda a generar visibilidad para las acciones realizadas.
Además, el programa también ha desarrollado una amplia gama de publicaciones de materiales para las instituciones educativas, contribuyendo a la capacitación de docentes para aplicar el AYSS. Se estima que entre 2003 y 2007 se distribuyeron 116,900 materiales en todo el país, por ejemplo.
Beneficios del aprendizaje-servicio solidario
El aprendizaje y el servicio solidario ofrecen una serie de beneficios tanto para los estudiantes como para las comunidades en las que actúan. Entre los principales beneficios de este enfoque, destacan los siguientes:
- Desarrollo de habilidades académicas y prácticas: Los estudiantes no solo aprenden contenidos en el aula con mayor interés y motivación, sino que también desarrollan habilidades prácticas que ayudan en sus vidas profesionales y personales. Esto incluye habilidades de resolución de problemas, capacidad de trabajo en equipo, comunicación efectiva, entre muchas otras.
- Fortalecimiento del compromiso cívico: Al participar en actividades que buscan el bienestar colectivo, los estudiantes desarrollan un sentido de responsabilidad social y compromiso con la comunidad. Se vuelven más conscientes de las cuestiones sociales y aprenden a actuar de forma ética y solidaria, identifican problemáticas de su medio y toman conciencia de su capacidad para incidir sobre ellas de manera directa o incidiendo sobre los intermediarios adecuados
- Mayor motivación y participación: El aprendizaje-servicio solidario proporciona una experiencia educativa diferente y profunda, aumentando el compromiso de los estudiantes con su entorno y su propio aprendizaje.
- Mejoras en las comunidades: Las acciones realizadas por los estudiantes junto a la comunidad benefician directamente a los destinatarios de los proyectos y mejoran el vínculo entre los actores comunitarios y la institución educativa, ofreciendo a los estudiantes una mirada más rica y profunda de su entorno y de su capacidad de incidencia en el mismo. Además, contribuyen a la formación y participación ciudadana.
- Promoción de valores sociales: La experiencia de trabajar con otros promueve una comprensión más profunda de cuestiones como la solidaridad, el respeto y la igualdad. Los estudiantes aprenden a valorar las diferencias y trabajar juntos por un bien común desde una perspectiva de derechos.
- Desarrollo personal: Además de los beneficios académicos y sociales, el aprendizaje-servicio solidario ofrece a los estudiantes un espacio para el crecimiento personal. Desarrollan competencias emocionales como la empatía, la resiliencia y la capacidad de adaptación.
De esta manera, este enfoque pedagógico tiene impactos en diversas áreas, tanto en el ámbito social y cultural como en los ámbitos políticos y económicos.
¿Cómo implementar en la práctica?
La implementación del aprendizaje-servicio solidario en el contexto educativo requiere planificación y adaptación a las realidades locales. Por ello, cada proyecto y acción tiene sus propias particularidades y objetivos.
Sin embargo, algunas acciones estratégicas generales pueden ser efectivas para implementar este enfoque. Por ejemplo, es necesaria la identificación de necesidades junto a la comunidad, para que el proyecto y las acciones puedan atender esas necesidades. El desarrollo de proyectos alineados con el currículo escolar es otro de los puntos cruciales, ya que las acciones deben contemplar el contenido académico estudiado por los estudiantes.
En “Guía para desarrollar Proyectos de aprendizaje-Servicio solidario”, CLAYSS propone un itinerario, un camino sugerido para el desarrollo de este tipo de proyectos, que describe diferentes etapas consecutivas además de tres cuestiones transversales que recorren todo el desarrollo del proyecto para su efectiva gestión.
En “20 historias de educación y solidaridad: CLAYSS 20 años” por otro lado nos muestran veinte experiencias reales de 20 instituciones educativas reales que durante las últimas dos décadas se transformaron y transformaron sus entornos trabajando de este modo. Nos hablan de sus contextos diversos, urbanos, rurales, en grandes ciudades y pequeños pueblos, que decidieron trabajar para la transformación del mundo desde sus comunidades a partir de la educación.
Como vemos allí, este modo de trabajo permite que los estudiantes se conviertan en agentes de transformación social mientras aprenden de manera significativa y participativa.
La importancia del aprendizaje-servicio solidario para la sociedad
Aprender y adquirir conocimiento es fundamental y forma parte de la vida de todos nosotros; desde el momento en que nacemos estamos aprendiendo algo. En la infancia y la juventud, la escuela y el aprendizaje tienen una importancia aún mayor, ya que impactan directamente en el desarrollo humano.
El aprendizaje es más efectivo cuando genera impactos reales en el contexto que permiten encontrar sentido a lo que se aprende, y más aún si ocurre de manera relajada e interesante. Es por ello que el aprendizaje y el servicio solidario desempeñan roles fundamentales en la construcción de una sociedad más justa, colaborativa y consciente de sus responsabilidades colectivas.
Esto se debe a que promueve un mayor compromiso de los estudiantes, fortalece y amplía sus aprendizajes, y transforma realidades a partir de sus proyectos. Al promover el desarrollo de diversas competencias, prepara a los estudiantes para actuar de manera más efectiva en diferentes contextos sociales y profesionales.
Además, los servicios solidarios prestados contribuyen a la reducción de desigualdades y a resolver problemas comunitarios que mejoran la calidad de vida de las personas. Así, el aprendizaje-servicio solidario tiene la capacidad de generar una transformación social profunda y duradera.
Referencias
Tapia, María Nieves. Guía para desarrollar Proyectos de aprendizaje-Servicio solidario: edición 20° aniversario CLAYSS / 1a ed. – Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLAYSS, 2022. https://www.clayss.org/wp-content/uploads/2023/08/ESP_20aniosCLAYSS_guia_para_desarrollar_proyectos_AYSS.pdf
Massat, Elena. 20 historias de educación y solidaridad : CLAYSS 20 años. 1a ed. – Ciudad Autónoma de Buenos Aires: CLAYSS, 2022. https://www.clayss.org/wp-content/uploads/2023/09/20historias_2023.pdf.
Giorgetti, Daniel y otros. Procesos de instalación del aprendizaje-servicio en las políticas públicas: El caso de Argentina y Uruguay. Daniel Giorgetti ; Javier Lasida ; Felipe Migues ; compilación de María Nieves Tapia. – 1a ed. – Buenos Aires: CLAYSS, 2021. https://www.clayss.org/wp-content/uploads/2023/07/ESP_Procesos_de-_instalacion_AS_politicas_publicas_UY.pdf
CLAYSS. ¿Qué es el Aprendizaje – Servicio Solidario?
Gobierno de Argentina. Premio Presidencial Escuelas Solidarias 2024.
Ruta Maestra. ¿Qué es el “aprendizaje – servicio solidario”?. 2022