El primer préstamo extranjero fue en 1824, a nombre de la provincia de Buenos Aires, ¡ocho años después de la independencia del país! Sin embargo, la historia de la deuda externa de Argentina toma otros matices a partir de la Segunda Guerra Mundial y la creación del FMI y del Banco Mundial.
¿Qué es la deuda externa? Comprende los puntos principales
Se refiere al dinero prestado por una fuente externa al país, cuya deuda se contrae en la moneda estipulada en el contrato y no en la moneda local del país, casi siempre pagada en dólares estadounidenses.
La deuda externa puede ser contraída con bancos comerciales extranjeros, instituciones financieras internacionales (FMI, Banco Mundial, Banco Asiático de Desarrollo, Banco de Desarrollo de América Latina, etc.), gobiernos extranjeros, entre otros. Vale recordar que la deuda pública puede ser interna o externa, lo que varía es el origen del recurso financiero. La deuda interna se contrae con acreedores dentro del país y en moneda local.
La deuda externa, al estar vinculada a una moneda extranjera, está sujeta a las fluctuaciones del tipo de cambio y del valor de la deuda. Si el país sufre una devaluación de su moneda, la cantidad que tendrá que pagar en dólares será mayor a la originalmente prevista.
La tasa de interés es un factor importante en la deuda externa y los contratos de préstamo, ya que determina el monto final a pagar al acreedor, funcionando como una remuneración adicional por el préstamo. Las tasas de interés altas aumentan el costo total de la deuda, lo que dificulta que los países cumplan con sus obligaciones, especialmente si la deuda es a largo plazo.
¿Pero qué ocurre cuando no se cumple con la obligación financiera?
¿Has escuchado hablar del Default?
El default puede significar impago o moratoria. El término se utiliza más cuando se habla de países, pero también puede aplicarse en el ámbito empresarial. Las empresas que retrasan o no cumplen con los pagos también pueden entrar en default.
El default ocurre cuando no se cumplen las condiciones legales de un préstamo. Cuando un país o empresa se vuelve insolvente, ya sea por falta de condiciones financieras u otras razones, se encuentra en situación de default. El default no solo se caracteriza por la falta de pago. Modificaciones en las condiciones originalmente contratadas, como garantías, plazos y cargos de la deuda, sin la aprobación del acreedor, también pueden configurarlo, como el aplazamiento o la suspensión temporal del pago.
¿Cómo funcionan los acuerdos con el FMI?
El FMI no financia proyectos específicos. La asistencia financiera contribuye a reconstituir las reservas internacionales, estabilizar la moneda, mantener al día el pago de las importaciones y restablecer las condiciones para el crecimiento económico.
El FMI fue creado en 1944, durante la conferencia de Bretton Woods. A partir de la década de 1980, el Fondo se convirtió en una especie de evaluador de las deudas. Con la inclinación neoliberal que alcanzó a América Latina a fines de la década de 1980, el papel del FMI pasó a ser el de apoyar las reformas estructurales.
Los préstamos del FMI están sujetos a “condicionalidades”. Los gobiernos firman una carta de intención comprometiéndose a implementar determinadas políticas/reformas macroeconómicas. Las condicionalidades siempre han sido objeto de controversia, especialmente en lo que respecta a la transferencia de decisiones políticas a una institución externa, es decir, la pérdida de soberanía de los países.
Historia de la deuda externa de Argentina
El problema de la deuda externa de Argentina surge casi 10 años después de la independencia del país, en 1816. A lo largo de los años, se ha intensificado, notablemente en el episodio de 2001, durante el gobierno de Néstor Kirchner.
1827
Después de declarar la independencia de España en 1816, la economía de Argentina se abrió rápidamente. El país vendió bonos en Londres para ayudar a financiar la construcción de la nación. Después de contraer esta deuda, Argentina fue presionada cuando el Banco de Inglaterra elevó las tasas de interés en 1825, lo que llevó al impago de la deuda dos años después. Al final, los pagos solo se reanudaron durante la década de 1860.
1890
Al final del siglo XIX, Argentina inició una ola de préstamos para fabricar trenes y transformar su capital. El Barings Bank realizó grandes inversiones en ferrocarriles y otros proyectos de servicios públicos.
La economía argentina era predominantemente agrícola-exportadora. Estas actividades, junto con la construcción de infraestructura y el comercio internacional, proporcionaron una alta rentabilidad. La política económica argentina aceptó y fomentó la depreciación cambiaria en beneficio de los exportadores. La deuda externa aumentó entre las décadas de 1880 y 1890.
Al final de la década, la deuda externa total había aumentado de 33 millones de pesos oro a 300 millones de pesos oro. El país suspendió el pago de la deuda, lo que provocó una corrida bancaria y la renuncia del presidente Miguel Juárez Celman el 6 de agosto de 1890. En noviembre de ese año, el Banco Barings estaba al borde de la quiebra. Argentina salió del default cuatro años después, a través de un nuevo financiamiento del Reino Unido.
1951
Un flujo de capital extranjero a principios del siglo XX posibilitó que Argentina fuera uno de los países más prósperos del mundo; como consecuencia, hubo un aumento de la inmigración hacia el país. La estabilidad política del período atrajo inversiones extranjeras a Argentina.
Con capital inglés, se construyó una extensa red ferroviaria, y las exportaciones de carne aumentaron significativamente. Esto hizo que el país alcanzara una de las mayores rentas per cápita del mundo a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Sin embargo, la economía del país sufrió un gran impacto con la Gran Depresión de 1929, la Primera Guerra Mundial y la primera intervención militar. En 1930, un golpe llevó a los militares al poder y el General José Félix Uriburu asumió el gobierno.
Durante este período, Argentina atravesó una fase de inestabilidad político-económica. Hubo ocho presidentes en dos décadas y una política de sustitución de importaciones, que resultó en el cierre de la economía y contribuyó a llevar al país a un default.
1956
El presidente Juan Perón asumió el gobierno en 1946 y comenzó a nacionalizar empresas, ejerciendo un mayor control estatal sobre la economía, bajo una política de desarrollo nacionalista. En 1955, Perón fue derrocado en un golpe militar, lo que llevó a una etapa de gran dificultad económica, y también al incumplimiento de los pagos de la deuda.
Al año siguiente, el General Pedro Aramburu solicitó ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional para evitar un default mayor. Esta relación con el FMI ha perdurado hasta el día de hoy. Después de este momento, Argentina vivió gobiernos que cerraron diversos acuerdos con el FMI.
1982
Durante la dictadura militar en Argentina, el gobierno contrajo préstamos, principalmente de bancos estadounidenses y británicos, para financiar proyectos de infraestructura y empresas estatales. En los años siguientes, la deuda externa del país aumentó de 7 mil millones de dólares en 1976 a 42 mil millones en 1982.
Además, la inflación era muy alta hacia finales de la década de 1980. Los precios de las materias primas cayeron cuando la Reserva Federal de Estados Unidos elevó las tasas de interés para controlar la inflación, lo que desencadenó crisis de deuda en América Latina y otros países en desarrollo.
Esta década estuvo marcada por la crisis de la deuda en América Latina, como la declaración de moratoria de México en 1982. Argentina se convirtió en uno de los 27 países, incluyendo 16 en América Latina, que reestructuraron su deuda.
1989
Hubo una serie de intentos fallidos a finales de la década de 1980 para reducir la inflación, lo que llevó a un nuevo default en 1989, bajo el gobierno del peronista Carlos Menem. La inflación a finales de la década superaba el 3000%.
Menem implementó el Plan Cavallo, que redujo la inflación, privatizó empresas públicas y el país llegó a crecer más del 10% anual. Sin embargo, el creciente endeudamiento marcó el final del gobierno de Menem. Con el país en recesión, aumento del desempleo y una continua devaluación del peso, la deuda externa de Argentina se disparó a más de 100 mil millones de dólares.
2001
El Plan Cavallo estableció la convertibilidad del peso argentino con el dólar a una paridad de uno a uno. Con esta paridad y las altas tasas de interés, el país atrajo capital extranjero y la economía volvió a crecer.
Sin embargo, la paridad con el dólar aumentó las importaciones, lo que provocó un desequilibrio en la balanza comercial. La deuda pública seguía creciendo y las crisis asiática y rusa (en 1997 y 1998) afectaron a todos los países emergentes.
En medio de un elevado endeudamiento, la deuda externa de Argentina ascendía a unos 100 mil millones de dólares. El país enfrentó una grave crisis económica que culminó en la declaración de moratoria el 23 de diciembre de 2001. El default llevó a la necesidad de renegociar acuerdos con los acreedores.
2014
En 2014, un juez estadounidense prohibió a Argentina pagar los intereses de su deuda a menos que Elliott Management -una firma dirigida por Paul Singer- y otros considerados “fondos buitre” recibieran los montos adeudados.
Los fondos buitre se especializan en comprar deuda de empresas y gobiernos al borde de la quiebra. Argentina declaró un nuevo default, menor que el de 2001. En 2016, bajo el gobierno de Mauricio Macri, Argentina volvió a tener acceso al mercado financiero internacional.
2020
El aumento del nivel de pobreza y la alta inflación -agravados por la pandemia de la Covid-19- llevaron a Argentina nuevamente al default. En 2018, el presidente Macri se comprometió a implementar un plan de austeridad fiscal.
Poco después, el país obtuvo un nuevo préstamo del FMI por 56 mil millones de dólares. Sin embargo, las medidas resultaron ineficaces. La inflación alcanzó el 47% a finales de 2018. En medio de protestas sociales y controles de capital para evitar la salida de recursos, Alberto Fernández asumió la presidencia en octubre de 2019.
Después de que las agencias de calificación de riesgo rebajaran la nota crediticia de Argentina y de que el país no cumpliera con los pagos de su deuda, Argentina entró en default en mayo de 2020. Cabe señalar que estas agencias son responsables de calcular el grado de riesgo de incumplimiento de empresas y gobiernos.
Deuda externa: consecuencias y nuevas inversiones en el país
Existen algunas orientaciones principales sobre las características de la deuda externa de Argentina. En muchos casos, la deuda fue contraída para pagar una deuda antigua, bajo el pretexto de refinanciarla. Sin embargo, rara vez el préstamo solicitado fue utilizado para el objetivo previsto.
Cuando un país anuncia que ha caído en default, la primera consecuencia es la fuga de capitales internacionales. Los inversores extranjeros, al enterarse del impago, intentarán rápidamente retirar su dinero y convertirlo en moneda extranjera, generalmente en dólares, lo que lleva a una fuerte devaluación de la moneda local.
Cuando un país entra en moratoria, los acreedores presionan para que elabore un plan de recuperación y adopte rigurosos ajustes fiscales para intentar reequilibrar las finanzas públicas.
El deterioro de la credibilidad no es la única consecuencia negativa en caso de default. Además, el país enfrenta mayores dificultades para emitir bonos públicos y recaudar recursos en el mercado.
Su calificación de riesgo se deteriora, lo que hace que deba pagar tasas de interés más altas en nuevos préstamos. En este escenario, la moneda local se deprecia y el dólar sube, lo que provoca un aumento exponencial en el valor de la deuda, ya que el préstamo está negociado en moneda extranjera.
Escenario actual
El nuevo gobierno de Milei asumió a finales de 2023 con el desafío de combatir la alta inflación y la devaluación de la moneda, equilibrar la deuda pública y mejorar las reservas en dólares. El ajuste de gastos y la consolidación fiscal son el núcleo de su política económica. A pesar de la impopularidad de las medidas, las reservas en dólares aumentaron y Argentina registró un superávit fiscal en el primer trimestre de 2024.
La idea del gobierno es aumentar las exportaciones y reducir las importaciones para lograr un superávit comercial. Exportar más y reducir las importaciones significa más dólares entrando en la economía. En febrero de 2024, el FMI desembolsó 4.7 mil millones de dólares a Argentina para apoyar los esfuerzos políticos del gobierno y restablecer la estabilidad macroeconómica.
REFERENCIAS
El País: O FMI e as grandes crises argentinas: ditadura, hiperinflação e corralito
Exame: Um país, oito defaults: um olhar sobre os fracassos da Argentina
FERNANDES, M.P.; FREITAS, A.J; WEGNER, R.C. A relação conflituosa entre a Argentina e o FMI: capítulos recentes de uma longa história. Revista Oikos. Rio de Janeiro. 2020.
FILOMENO, F. A.. A crise Baring e a crise do Encilhamento nos quadros da economia-mundo capitalista. Economia e Sociedade. 2010.
G1 Economia: Fim da euforia? Como está a economia argentina 9 meses depois da posse de Milei
Infomoney: O que é dívida Pública e qual a sua origem?
Infomoney: O que é default, e o que acontece com quem dá o chamado “calote”
Infomoney: De sexta maior economia do planeta ao décimo calote: as lições da Argentina
Instituto Nacional de Capacitación Política – Ministerio del Interior Argentina: Debates em torno a la Construcción de una Argentina soberana: deuda externa y economia nacional. 2022.
Memorial da Democracia: Golpe põe Argentina sob estado de sítio
Observatório de Política Externa e da Inserção Internacional do Brasil: Argentina e FMI
O Globo: Um país, 8 calotes: como a Argentina entrou em moratória tantas vezes
The Economic Times: What is “External Debt”
World Bank Group: External debt stocks, total (DOD, current US$) – Argentina
