Sabemos que los países de América Latina comparten una serie de características en su diversidad cultural. Muchas de ellas se deben a sus procesos de colonización, que tuvieron lugar a lo largo del siglo XVI, liderados por colonizadores españoles.
Sin embargo, las características compartidas en la diversidad cultural de los países latinos no se limitan solo a las influencias de los colonizadores, sino que también resaltan la ancestralidad de los pueblos originarios que habitaban el continente sudamericano siglos antes.
Además, es importante recordar que todas las colonias latinas recibieron una gran cantidad de africanos que fueron utilizados como mano de obra esclava. De esta manera, la cultura africana también dejó su huella e influyó en diversas manifestaciones culturales en Argentina y en todo el continente.
En el texto de hoy, exploraremos más sobre la formación de la diversidad cultural en Argentina: sus aspectos únicos, su historia y cómo ha moldeado la identidad de este país, la segunda nación más grande de América del Sur. ¡Acompáñanos!
La colonización y la independencia
No muy diferente de otros países latinos, Argentina fue colonizada por los españoles en el siglo XIV. Sin embargo, los registros de pueblos nativos que habitaban el territorio se remontan a tiempos muy antiguos, desde antes de Cristo. Así, los nativos argentinos estaban conformados por diversos pueblos de distintas etnias, destacándose los Tchuelche, Mapuche, Mallons y Araucanos. La ocupación territorial indígena del país se dio a través de múltiples guerras y conflictos entre las propias tribus. Cabe mencionar que el territorio también fue habitado por tribus que poblaban otras regiones del continente americano, como los Guaraníes y los Incas.
Las prácticas sociales y culturales de estos nativos estaban vinculadas a un factor primordial: los pampas. Al ser el principal bioma del territorio, con extensas llanuras verdes, los pampas influyeron en la forma en que estos pueblos ocupaban las tierras. De esta manera, una gran parte de ellos eran hábiles pastores de ganado y domadores de caballos.
En 1516, los conflictos y disputas se intensificaron con la llegada de los españoles. La colonización tuvo lugar en el período de las Grandes Navegaciones. Este momento histórico se caracterizó por la colonización de las Américas por parte de las penínsulas europeas, España y Portugal, cuyo objetivo era expandir sus mercados, territorios e influencia cultural.
El proceso de colonización de Argentina se prolongó durante dos siglos, culminando con la conquista de su independencia en el año 1816. Su proceso independentista estuvo marcado por un fuerte discurso ilustrado que buscaba la libertad en varios niveles: social, político y económico. Finalmente, este movimiento desembocó en una guerra devastadora conocida como la Revolución de Mayo, que se extendió de 1810 a 1816.
La separación de la Corona española emancipó a los argentinos de los vínculos administrativos, colocándolos en una posición de relativa autonomía frente a las ya existentes divisiones de sus provincias (los estados de la federación).
Así, la organización sociopolítica de Argentina se configuró a través de un proceso complejo, con diferentes intereses representados por los federalistas, que buscaban integrar y centralizar las provincias, y los unitarios, que defendían la división y autonomía de las provincias.
En este contexto, el proceso de intercambio de la diversidad cultural desempeñó un papel fundamental. Esto se manifestó tanto en la construcción de una identidad propia como en la segmentación y particularización de cada región. Dicho proceso terminó diferenciando las regiones según las influencias de sus respectivas ocupaciones, ya fueran pueblos originarios, inmigrantes europeos o africanos exesclavizados.

Diversidad cultural y las diferentes razas
Cabe destacar que la cultura ha sido (y sigue siendo) un vínculo esencial en la influencia de etnias menos favorecidas en el proceso político del país, especialmente los indígenas y los afroargentinos.
Tras su independencia, Argentina tardó en declarar ilegal la esclavitud, lo cual ocurrió recién en 1853. La organización de las diferentes razas en el territorio contribuyó a las dinámicas de ocupación de las provincias, así como a sus respectivas estructuras políticas, que implementaron una rígida política de “blanqueamiento” de la población.
Con la independencia y la relativa autonomía de las provincias, se libraron numerosas guerras civiles en la disputa por el poder, un período que abarcó el siglo XIX y que se denominó Guerra por la Independencia. Además, hubo conflictos orientados a expandir el control sobre territorios vecinos, como en el caso de la Guerra del Paraguay.
Durante ese período, la población negra esclavizada fue ampliamente utilizada como parte de las tropas del ejército, con la promesa de que su participación en las guerras les otorgaría la libertad tras el servicio militar. Sin embargo, estas campañas resultaron extremadamente fallidas y violentas, provocando la muerte de una gran parte del contingente negro en los batallones.
Además, una de las principales políticas impulsadas a lo largo del siglo XIX fueron las denominadas “campañas del desierto”, que buscaban ampliar la ocupación de los territorios del sur del país, lo que resultó en la casi total exterminación de la población indígena en esas regiones.
Finalmente, a lo largo de los siglos XIX y XX, el país promovió una fuerte política de incentivo a la inmigración. Muchos inmigrantes europeos llegaron a tierras argentinas desde diversas localidades, como España, Italia, Francia y Alemania. Esta estrategia tenía como objetivo incorporarlos como mano de obra en los grandes centros urbanos y como pequeños productores en las áreas rurales, siguiendo una política utilizada en varias naciones del continente para “blanquear” la población.
Argentina en la modernidad
La historia reciente de Argentina está marcada por una serie de rupturas institucionales. Debido a que la organización social del país se consolidó, en gran parte, a través de procesos complejos y violentos, el republicanismo argentino tardó en afianzarse.
Desde 1930 hasta 1983, el país vivió una sucesión de golpes de Estado y destituciones presidenciales que marcaron el rumbo de la gestión nacional. Durante ese período, destacaron gobiernos simbólicamente importantes, como el del presidente Juan Domingo Perón (responsable del “peronismo”) y la junta militar encabezada por Jorge Rafael Videla y Emilio Eduardo Massera, quienes lideraron el golpe militar de 1976.
Esta inestabilidad contribuyó a que Argentina, desde el siglo XX, estuviera sumida en recurrentes crisis económicas. Con el tiempo, estas crisis se profundizaron, y el país se hizo conocido por sus altos índices de desempleo y la continua devaluación de su moneda.
Diversidad cultural
No obstante, algo innegable es el fuerte componente nacionalista presente en su cultura. A pesar de las crisis, en los últimos años Argentina se ha consolidado como uno de los destinos turísticos más visitados de América del Sur, atrayendo viajeros de todo el mundo, especialmente de países latinoamericanos.
La riqueza de su diversidad cultural, reflejada en su música, deportes y gastronomía, es un factor que destaca al hablar de Argentina y su identidad.
Veamos un poco más sobre cómo estas prácticas se difundieron.
Música
La música en Argentina desempeñó un papel clave en la consolidación de la migración europea en el país, pero no solo eso. La mezcla de influencias de los inmigrantes con las sonoridades rítmicas de los nativos enriqueció las principales manifestaciones musicales que con el tiempo se convirtieron en símbolos del país.
Así, la música argentina comparte muchas similitudes con otros países de colonización española, recibiendo una fuerte influencia de géneros donde la guitarra es protagonista, acompañada de tambores y percusión tribal. Un ejemplo es la Cumbia.
Otro género presente es la Murga, tradicional en países de América Latina y característico de las celebraciones de carnaval. En Argentina, la Murga adoptó instrumentos de percusión y combinó elementos de la Murga española con el Candombe africano, convirtiéndose en un símbolo del carnaval argentino.
El proceso de expansión hacia el interior del país también fomentó la aparición de músicos itinerantes que recorrían los pueblos con sus gaitas, acordeones y guitarras, llevando entretenimiento y danza al pueblo. Un claro ejemplo de ello es la tradicional Milonga.
Actualmente, Argentina es un referente en géneros de la música global. Su inserción en la industria cultural desde mediados del siglo XX, sumada a la fuerte inmigración inglesa, permitió la rápida difusión de instrumentos electrónicos durante las décadas de 1960 y 1970, fortaleciendo su vínculo con el Rock n’ Roll y la música electrónica. A lo largo del tiempo, Argentina ha sido cuna de importantes artistas en diversos géneros, influyendo en la música en español a nivel mundial. Entre los nombres más destacados se encuentran la banda Pescado Rabioso, el influyente Fito Páez, la banda El Mató a un Policía Motorizado y, más recientemente, el dúo urbano Ca7riel y Paco Amoroso.
Por supuesto, no podemos dejar de mencionar una de las manifestaciones culturales más tradicionales de Argentina: el Tango.

El Tango
Uno de los mayores ejemplos de la diversidad cultural argentina es el Tango.
Este género nació en los barrios urbanos de la creciente Buenos Aires durante el siglo XIX, fusionando influencias de la Polka europea, la Habanera cubana, el Candombe africano y la Milonga española. Con el tiempo, el Tango adoptó características propias, variando en ritmo, instrumentación y estilo vocal.
En su versión cantada, el Tango se popularizó por sus letras melancólicas y melodías arrastradas, con influencias de los cantautores de los pampas, que abordaban temas amorosos y la miseria de la vida cotidiana.
En su variante urbana, el Tango incorporó fuertes acentuaciones rítmicas que lo convirtieron en una danza icónica. Debido a la proximidad entre los bailarines y su cadencia sensual, el Tango fue percibido como un baile pasional y provocativo.
Sin embargo, es importante reconocer que el género tiene diversas influencias y múltiples variantes. Hoy en día, el Tango es considerado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y es uno de los mayores símbolos de la cultura argentina.
Gastronomía
La diversidad cultural en la culinaria argentina es, sin duda, la expresión cultural que más mezcla influencias de distintas etnias y tradiciones.
El país, tradicionalmente asociado al asado y al vino, mantiene esta herencia gracias a la fuerte tradición ganadera de los pueblos indígenas de la región sur. Como se mencionó, los nativos de los pampas eran hábiles pastores y consumidores de carne, un legado transmitido a los colonizadores y, posteriormente, a la cultura gastronómica argentina.
Además, la geografía local influyó en la consolidación de platos emblemáticos que hoy forman parte del turismo gastronómico, como el Alfajor y las Empanadas. Ambos tienen origen en la cultura árabe y llegaron a España en los siglos VII y VIII. En América Latina, estos alimentos fueron reinterpretados con identidad propia.
Las Empanadas, por ejemplo, se arraigaron en las regiones del interior de Argentina, destacándose la clásica Empanada Salteña, con su característico relleno de carne de res sazonada.
Por otro lado, los Alfajores fueron reinventados como postre, incorporando el dulce de leche, un producto que también está vinculado a la cultura pastoril de los pampas y su tradición en la producción láctea.

Fútbol
No se puede hablar de Argentina sin mencionar su papel en la popularización del fútbol.
El país, actual campeón del mundo, tiene una tradición centenaria en el deporte y ha dado al mundo dos de sus mayores ídolos: Diego Maradona y Lionel Messi.
Influenciado por la migración inglesa tras la independencia, el fútbol se popularizó como un pasatiempo entre los obreros. No es casualidad que los clubes más icónicos del país nacieran en la zona portuaria de Buenos Aires, como Boca Juniors, Independiente, Racing Club, River Plate y San Lorenzo.

Bueno, sabemos que la diversidad cultural de un país es una construcción histórica ininterrumpida. Es un proceso social que se adapta y cambia a medida que las generaciones pasan y transmiten los legados y símbolos que conforman la cultura de sus antepasados.
En este breve texto, hemos resaltado algunas características que componen la diversidad cultural de Argentina. ¡Por supuesto, sabemos que quedaron muchos aspectos por abordar! ¿Quién sabe? Tal vez haya una segunda parte.
¡Cuéntanos qué te pareció y qué temas te gustaría que tratemos en un próximo texto!
Referências:
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Xadrez Verbal. Fronteiras invisíveis do futebol – Argentina. Disponible aquí. Acceso: 04/12/2024