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Imagen de una figura pública autoritaria, representando el totalitarismo

Totalitarismo: ¿qué es y cuáles son sus características?

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En nuestra serie sobre regímenes políticos, ya hemos hablado de la dictadura, explicando que este sistema centraliza el poder del Estado en una o pocas manos. El totalitarismo, a su vez, es un tipo de dictadura que, además de centralizar el poder, ejerce un dominio absoluto sobre la administración pública e incluso sobre la vida privada.

¿Te imaginas que el gobierno tenga poder para decidir casi todo en tu vida, persiguiéndote y coaccionándote si piensas o actúas de manera diferente? Bien, este control autoritario es una de las características que definen al totalitarismo, que es lo opuesto a la democracia y se vale de la intimidación para gobernar.

En este texto, ¡Politize! te explicará no solo qué fue, sino también de dónde y cuándo surgieron los sistemas totalitarios y cómo funcionan. ¿Vamos?

¿Cuándo y cómo surgió el totalitarismo?

A diferencia de las dictaduras tradicionales, que tienen orígenes y antecedentes remotos, el totalitarismo es más reciente y surgió como forma de gobierno en el siglo XX. Los regímenes totalitarios tuvieron lugar en Europa, especialmente en el período entre la Primera y la Segunda Guerra Mundial, en las décadas de 1920 y 1930.

Así, un elemento importante que impulsó la aparición de este régimen en ciertos países europeos fue la crisis. Tras la Primera Guerra Mundial, el continente estaba no solo devastado, sino también políticamente, económicamente y socialmente desestabilizado.

Algunos países se vieron más afectados que otros. Alemania, por ejemplo, fue considerada culpable de la guerra y, con la firma del Tratado de Versalles, tuvo que cumplir sanciones que profundizaron la crisis económica. Este escenario de inseguridad e inestabilidad dio lugar a que discursos autoritarios ganaran fuerza y apoyo popular.

Por ello, los historiadores clasifican que el totalitarismo surgió en Italia en la década de 1920 con el fascismo. Luego, en la década de 1930, este régimen también se implementó en Alemania con el nazismo; en Portugal con el salazarismo; y en España con el franquismo.

De esta forma, los sistemas totalitarios surgieron de la insatisfacción de la población, que comenzó a ver los discursos autoritarios y la centralización del poder como una solución viable. Como consecuencia, este régimen se consolidó en Europa en esa época, dando inicio a un período marcado por la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué es el totalitarismo?

El totalitarismo es un régimen político caracterizado por el control absoluto del Estado sobre todos los aspectos de la vida pública y privada. A diferencia de otras formas de dictaduras autoritarias, el totalitarismo busca subyugar a la sociedad en su totalidad.

En este sentido, no hay nada que escape al control del totalitarismo. Como expresó el politólogo Karl Deutsch, el ciudadano de un Estado totalitario no dispone ni de tiempo ni de nada que pueda llamar verdaderamente suyo.

Esto significa que las libertades son completamente violadas y restringidas; solo es posible hacer aquello que esté de acuerdo con la ideología del gobierno. El totalitarismo utiliza mecanismos de propaganda, censura, represión y control ideológico para moldear el comportamiento y las creencias individuales a favor del régimen. En la Alemania nazi, por ejemplo, eran comunes las propagandas estatales contra los judíos.

En este modelo, el poder se concentra en un único liderazgo o partido, y no hay espacio para oposición política ni libertad de expresión. Así, el gobierno totalitario se preocupa por mantener a la sociedad bajo su control para evitar que su poder sea cuestionado. Y, para ello, actúa en todas las esferas de la vida para diseminar y consolidar su ideología.

Principales características del totalitarismo

Es importante destacar que cada gobierno totalitario del siglo XX tuvo sus propias particularidades. Sin embargo, los regímenes totalitarios comparten algunas características fundamentales que los diferencian de otras formas de gobierno autoritario:

  • Control absoluto del Estado: Todas las esferas de la sociedad, incluyendo economía, cultura, medios de comunicación y educación, son controladas por el gobierno. Solo se permite la existencia de un único partido político.
  • Ideología dominante: Una ideología única y abarcadora se promueve como verdad absoluta para justificar las acciones del régimen y legitimar su gobierno ante la sociedad.
  • Culto al líder: Por lo general, existe una especie de culto o adoración al líder gobernante, con una doctrina que lo presenta como un ser infalible, correcto y justo.
  • Represión y uso de la fuerza: Cualquier forma de disidencia u oposición es severamente castigada, utilizando herramientas como policía secreta, prisiones arbitrarias y ejecuciones de opositores.
  • Propaganda masiva: Se controla la narrativa pública, glorificando al líder y deslegitimando enemigos reales o ficticios.
  • Eliminación de la oposición política: Partidos, sindicatos o cualquier organización que desafíe el poder son prohibidos o neutralizados.
  • Censura extrema: La libertad de prensa y expresión es suprimida. Solo se divulgan informaciones que favorezcan al régimen.
  • Uso del terror: El Estado utiliza la intimidación y el miedo para perseguir cualquier grupo considerado una amenaza.
  • Nacionalismo exacerbado: Se transforma el patriotismo en un nacionalismo extremo que discrimina a otros pueblos y etnias.

Ejemplos históricos de regímenes totalitarios

El siglo XX fue escenario de regímenes totalitarios que dejaron profundas marcas en la historia mundial. Veamos algunos de los ejemplos más significativos:

Fascismo en Italia

Considerado el primer movimiento totalitario en Europa, el fascismo fue un movimiento de extrema derecha en Italia durante la década de 1920. Este surgió bajo el liderazgo de Benito Mussolini con la creación del Partido Nacional Fascista (PNF). La ascensión fascista se dio en 1922, con la Marcha sobre Roma, cuando Mussolini fue nombrado primer ministro italiano.

Esta marcha consistió en la manifestación de miles de fascistas y simpatizantes exigiendo al Rey Víctor Manuel III ceder el poder al PNF. Ante la presión, el rey nombró a Mussolini como primer ministro.

Una vez en el poder, los fascistas comenzaron a expandir su control sobre el Estado italiano. En las elecciones de 1924, obtuvieron ⅔ del Congreso Nacional, lo que permitió implementar sus medidas. Se debilitó el Poder Legislativo, los poderes de Mussolini se ampliaron y comenzó la dictadura totalitaria fascista.

Imagen de Benedito Mussolini, representando el totalitarismo
Foto de Benito Mussolini. Imagen: Getty Images

El fascismo defendía la violencia y el autoritarismo como instrumentos legítimos para alcanzar objetivos políticos, despreciando los valores democráticos. Promovía un nacionalismo extremo y una narrativa de restauración del pasado glorioso de Roma. Las libertades fueron restringidas, los medios de comunicación cerrados y otros partidos políticos declarados ilegales. Mussolini gobernó hasta 1943, cuando Italia fracasó en la Segunda Guerra Mundial.

Nazismo en Alemania

Inspirado en el movimiento fascista italiano y en un contexto de profunda crisis tras la Primera Guerra Mundial, surge el nazismo en Alemania. La insatisfacción y el revanchismo hicieron que el discurso extremista de Adolf Hitler ganara fuerza en los años 30.

En las elecciones de 1932, el Partido Nazi obtuvo 230 escaños en el Parlamento. Con apoyo popular, presionaron al presidente Paul Von Hindenburg para otorgar más poderes a Hitler, quien fue nombrado canciller en 1933 y luego asumió la presidencia.

El nazismo, una ideología de extrema derecha, promovía la superioridad racial, el militarismo, la violencia y la centralización del poder. Monopolizó el poder político, eliminó la oposición y controló la vida cotidiana.

La propaganda fue un instrumento clave para legitimar persecuciones y promover la supremacía racial, lo que derivó en el Holocausto, el genocidio de millones de judíos y otros grupos minoritarios. El régimen nazi terminó en 1945 con la derrota en la Segunda Guerra Mundial.

Estalinismo en la Unión Soviética

Existe un debate sobre clasificar al estalinismo como totalitarismo. Teóricos como Hannah Arendt, autora de Los orígenes del totalitarismo, lo consideran un régimen totalitario durante el mando de Josef Stalin entre 1927 y 1953.

El estalinismo, de extrema izquierda, combinó ideología marxista con políticas represivas. El Estado soviético controlaba la economía, perseguía opositores y restringía libertades. Stalin consolidó su poder tras la muerte de Lenin, líder de la Revolución Rusa de 1917, y marcó su gobierno con culto a la personalidad, uso de la fuerza y control estatal.

¿Cómo identificar señales del totalitarismo hoy?

Aunque el totalitarismo se asocia con regímenes históricos del siglo pasado, es importante estar atentos a tendencias totalitarias en la política actual. Identificar estos signos puede prevenir que se repitan los errores del pasado.

Antes de consolidarse, los regímenes totalitarios accedieron al poder a través de elecciones y apoyo popular. Posteriormente, corrompieron el sistema democrático y tomaron control absoluto.

Algunos signos de tendencias totalitarias incluyen:

  • Ataques constantes a la prensa independiente y al poder judicial.
  • Discursos autoritarios que promueven odio o violencia.
  • Propaganda masiva glorificando a un líder político.
  • Narrativas sobre un pasado glorioso que debe ser restaurado.
  • Demonización de opositores políticos e ideologías contrarias.

La importancia de defender valores democráticos

La conciencia política es clave para prevenir el surgimiento o retorno de regímenes totalitarios. Es esencial promover valores democráticos como la libertad de expresión, igualdad, derechos humanos y pluralismo político.

Aunque la democracia no es perfecta, permite correcciones y ajustes dentro del sistema. En dictaduras totalitarias, el poder se concentra y la sociedad solo puede obedecer.

Comprender ejemplos históricos como el nazismo y el fascismo nos ayuda a defender principios que impidan su repetición. Por ello, es fundamental fomentar la participación política plural, elecciones libres y libertad de prensa.

Ejercer nuestra ciudadanía implica votar con conciencia para garantizar una sociedad libre, justa y respetuosa de los derechos humanos.

Referencias

Politize! – Sistemas totalitários

Politize! – Fascismo: entenda o conceito

Politize! – Totalitarismo: conceito, movimentos e filosofia arendtiana

ROBERTS, David D. El Totalitarismo. Alianza Editorial. Madrid, 2022.

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