La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) es uno de los principales intentos de fortalecer la integración regional en América del Sur. Creada para promover la cooperación entre los países sudamericanos, la UNASUR tuvo a Argentina como uno de sus protagonistas desde el principio. ¡En este contenido de Politize!, exploramos la historia del bloque, sus objetivos y el papel estratégico de Argentina en la construcción de una América del Sur más unida!

¿Qué es la UNASUR y cuál es su papel en América del Sur?
La Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) es una organización que reúne a 12 países de América del Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela) para promover la integración regional en áreas como política, economía, cultura y desarrollo social.
Con sede en Quito, Ecuador, la UNASUR fue creada oficialmente en 2008 mediante el Tratado Constitutivo de Brasilía, con el objetivo de integrar a los países sudamericanos en dimensiones políticas, económicas, sociales, culturales, ambientales y de infraestructura. Surgió en un contexto de fuerte articulación regional y de búsqueda de autonomía frente a los grandes centros de poder global, como EE.UU. y la Unión Europea.
El origen histórico de UNASUR se remonta a comienzos de los años 2000, cuando gobiernos sudamericanos progresistas —como los de Lula (Brasil), Hugo Chávez (Venezuela), Néstor Kirchner (Argentina) y Evo Morales (Bolivia)— impulsaron una política exterior enfocada en la integración regional. Un hito clave fue la creación de la Comunidad Sudamericana de Naciones (CASA) en 2004, considerada el embrión de UNASUR.
Entre sus principales objetivos estaban:
- Fortalecer el diálogo político entre los países miembros;
- Promover la integración física (infraestructura y energía);
- Actuar en crisis regionales mediante mecanismos de concertación;
- Defender la soberanía y la autodeterminación de los pueblos sudamericanos.
Un ejemplo concreto fue la mediación de la crisis política en Bolivia en 2008, cuando UNASUR ayudó a evitar una escalada del conflicto entre el gobierno de Evo Morales y sectores de la oposición.
Objetivos y Misiones de UNASUR
UNASUR fue concebida como un proyecto de integración amplio, que va más allá de la cooperación económica tradicional. Sus objetivos reflejan el deseo de los países sudamericanos de fortalecer la autonomía regional, promover la cohesión política y construir un bloque con identidad propia en el escenario internacional.
Según el Tratado Constitutivo de Brasilia (2008), sus objetivos incluyen:
- Construir una identidad sudamericana y una ciudadanía regional;
- Consolidar América del Sur como una zona de paz, resolviendo conflictos de forma pacífica y promoviendo la cooperación en defensa;
- Reforzar la democracia y el Estado de Derecho, con énfasis en la soberanía y la no intervención;
- Promover el desarrollo sostenible y la reducción de desigualdades;
- Integrar infraestructura, energía y recursos naturales con base en la solidaridad y cooperación;
- Coordinar posiciones en foros multilaterales y tener voz unificada en negociaciones globales.
Entre sus misiones específicas están:
- Crear políticas comunes en salud, educación, ciencia, tecnología, seguridad y defensa (como el Consejo de Defensa Suramericano, creado en 2008);
- Impulsar proyectos de integración física como la Iniciativa para la Integración de la Infraestructura Regional Suramericana (IIRSA);
- Actuar en la mediación de crisis, como en Bolivia en 2008;
- Fomentar la movilidad académica y ciudadana, con propuestas como el pasaporte suramericano y el Parlamento regional (aún no concretado).
Estos objetivos reflejan una visión “posliberal” de integración regional, basada en valores sociales, políticos e identitarios, diferente de la lógica estrictamente comercial del Mercosur o la Alianza del Pacífico.
Funcionamiento de la UNASUR y su trayectoria
Formada por 12 países sudamericanos, la UNASUR contaba con una secretaría general encargada de coordinar iniciativas. Durante sus años más activos (2008-2014), la organización impulsó cumbres de jefes de Estado y de gobierno, reuniones sectoriales y la creación de consejos, como el Consejo de Defensa Suramericano y el Consejo de Salud Suramericano, buscando soluciones conjuntas a los desafíos regionales y reafirmando la autonomía de Suramérica frente a actores externos, como Estados Unidos y la Unión Europea.
Sin embargo, a partir de 2015, las diferencias políticas entre los gobiernos nacionales, el cambio de ciclo político con el ascenso de gobiernos más conservadores y la falta de consenso para nombrar un nuevo secretario general paralizaron el funcionamiento de la organización. En 2018, seis países (Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú) anunciaron la suspensión de su participación, lo que culminó en la casi total inactividad de la UNASUR.
Historia de Argentina en UNASUR
Argentina desempeñó un papel clave en la creación y desarrollo de UNASUR, especialmente durante los gobiernos de Néstor Kirchner (2003–2007) y Cristina Fernández de Kirchner (2007–2015), que promovieron una política exterior centrada en la integración regional y la autonomía frente a potencias globales.
Participación activa en la fundación Desde la Declaración de Cusco (2004), que propuso formar la Comunidad Sudamericana de Naciones, hasta la firma del Tratado Constitutivo en 2008, Argentina estuvo presente activamente. La política kirchnerista veía la integración como una herramienta de cooperación política y social, y una alternativa al neoliberalismo de los años 90.
En 2010, Néstor Kirchner fue designado primer Secretario General de UNASUR, cargo que simbolizó el liderazgo argentino en el bloque. Durante su breve mandato, mediado por su fallecimiento, tuvo un rol central en resolver la crisis política en Ecuador.
Cambios con el gobierno de Macri Con la llegada de Mauricio Macri en 2015, la política exterior argentina se volvió más liberal y cercana a EE.UU. En 2018, Argentina suspendió su participación en UNASUR, considerando que el bloque estaba paralizado e ideologizado. Luego, apoyó la creación de Prosur como alternativa técnica a UNASUR.
¿Por qué Argentina regresó a UNASUR en 2023?
En 2023, con la vuelta de gobiernos progresistas como los de Alberto Fernández y Lula, hubo un intento de reactivar UNASUR. Argentina, nuevamente con una política orientada al multilateralismo, anunció su regreso, reafirmando valores de soberanía, cooperación y desarrollo.
Sin embargo, la elección de Javier Milei, crítico de los organismos regionales, plantea incertidumbre sobre el futuro de la participación argentina.
Contexto Político y Diplomático de la Reintegración
En abril de 2023, Argentina formalizó su regreso a UNASUR bajo el gobierno de Alberto Fernández. El canciller Santiago Cafiero declaró que el país volvía como Estado miembro para fortalecer la integración regional y recuperar la institucionalidad del bloque.
El regreso ocurre en un escenario complejo, con tensiones sobre la participación de Venezuela y la influencia creciente de gobiernos conservadores. La participación de Venezuela en la UNASUR ha sido un punto de tensión entre los países sudamericanos, debido a la crisis política y humanitaria que vive el país.
La posición argentina hoy, bajo el liderazgo de Milei, es contraria a la presencia de Maduro en los foros regionales por razones ideológicas, políticas y de derechos humanos, lo que dificulta el relanzamiento y la cohesión de la UNASUR.
Sin embargo, gobiernos progresistas, como los de Brasil y Colombia, han defendido la inclusión de Venezuela en los mecanismos regionales, con el objetivo de promover el diálogo y la estabilidad. Así, el relanzamiento de UNASUR es un esfuerzo diplomático por revitalizar el regionalismo, pero su éxito dependerá del diálogo entre gobiernos con diferentes orientaciones políticas.

Impacto Regional y Relaciones con el Mercosur
El retorno de Argentina a UNASUR en 2023 representa un nuevo impulso a la integración política regional. Frente a la lógica más comercial del Mercosur, UNASUR se enfoca en la cooperación política y social.
Ambos bloques pueden complementarse: Mercosur como espacio económico y UNASUR como foro político. Pero también hay riesgo de superposición o conflicto institucional si persisten diferencias ideológicas entre los países.
La victoria de líderes como Javier Milei y otros gobiernos de derecha puede complicar esta coordinación entre los bloques, ya que tienden a adoptar posturas más nacionalistas, escépticas frente a los procesos de integración regional y alineadas con intereses externos, como los de Estados Unidos, en detrimento de proyectos sudamericanos autónomos como la UNASUR.
Influencia de Argentina en las Decisiones Regionales
Argentina siempre tuvo peso en las decisiones regionales. Participó en la fundación de UNASUR y vio a Néstor Kirchner convertirse en su primer secretario general. El país ha impulsado causas importantes, como la defensa de las Islas Malvinas, y promovido el diálogo regional.
Incluso cuando se alejó de UNASUR, Argentina siguió siendo referencia. Su regreso en 2023 buscó retomar el liderazgo en la región. No obstante, la llegada de Milei podría cambiar esa trayectoria.
Aun así, por su historia, economía y política, Argentina sigue siendo clave para el futuro de América del Sur.
Perspectivas e importancia de la integración regional suramericana
La integración regional es clave para fortalecer el diálogo, afrontar desafíos comunes y dar más autonomía a los países. A través de organismos como UNASUR y Mercosur, los países pueden cooperar en salud, educación, seguridad, medioambiente e infraestructura.
Aunque la integración ha enfrentado altibajos, el retorno de Argentina y Brasil en 2023 muestra que el proyecto sigue vivo.
La unión regional también equilibra la influencia de potencias externas y fortalece la voz de Sudamérica en el mundo. Además, impulsa el desarrollo sostenible y la lucha contra las desigualdades. A pesar de los desafíos, la integración sigue siendo necesaria.
¿Quieres entender mejor cómo la política regional influye en nuestra vida? ¡Acompaña los contenidos de Politize! y ayúdanos a construir una América del Sur más consciente, democrática e integrada!
Referencias
Agencia Paco Urondo – Néstor Kirchner, primer secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas.
BBC News Brasil – O que a Unasul, que ‘Lula’ quer reconstruir.
Brasil de Fato – El regreso de Brasil y Argentina a la UNASUR: ¿una reintegración de América del Sur?
CARVALHO, Patrícia Nasser de; SENHORAS, Elói Martins. Crise do regionalismo sul-americano: discussões sobre integração, fragmentação e desintegração. Revista Tempo do Mundo, n. 23, p. 61-92, dez. 2020.
DREGER, Fabrício. Integração na América do Sul: a UNASUL e o Conselho de Defesa Sul-Americano. Porto Alegre, 2009. Trabalho de Conclusão de Curso (Graduação em Relações Internacionais) – Universidade Federal do Rio Grande do Sul.
FRENKEL, Alejandro; COMINI, Nicolás Matías. UNASUR beyond Brazil: Argentina’s position in support of the South American Defense Council. Revista Brasileira de Política Internacional, v. 60, n. 1, e010, 2017.
Gazeta do Povo – Lula tenta fortalecer a União das Nações Sul-Americanas antes da posse de Milei na Argentina.
Infobae – Argentina oficializa su regreso a la Unasur para “promover su revitalización”.
LISTRANI BLANCO, Tomás; ZACCATO, Carolina. Tendiendo puentes en aguas tumultuosas: la política exterior del gobierno de Mauricio Macri (2015-2018). Revista Uruguaya de Ciencia Política, Montevideo, v. 29, n. 1, p. 95-123, 2020.
Observatório de Regionalismo – A retirada da Argentina da UNASUL: regionalismo em crise?
Página 12 – Alberto Fernández: “Unasur no es un espacio ideológico, sino de intereses comunes”.
Politize! – UNASUL: saiba como aconteceu sua ascensão e queda.
RIGGIOROZZI, P.; TUSSIE, D. The rise of post-hegemonic regionalism in Latin America. In: ______. The rise of post-hegemonic regionalism: the case of Latin America. London: Springer, 2012. p. 167-182.
UNASUL. Tratado Constitutivo da União de Nações Sul-Americanas. Brasília, 23 de maio de 2008.
VILOSIO, Laura E. Mercosur y Unasur: posturas de la Argentina frente a ambos procesos – sólo un ejemplo. Civitas: revista de Ciências Sociais, [S. l.], v. 10, n. 1, p. 63–76, 2010. DOI: 10.15448/1984-7289.2010.1.6031.